3 de diciembre de 2016

Pozo para el belén

Un detalle bonito para decorar nuestro belén en Navidad o cualquier maqueta que estemos haciendo, en esta ocasión os cuento como hacer un pozo de agua (o más bien el brocal o parapeto ya que el pozo realmente sería el agujero que contiene el agua)
  Lo primero es decidir el tamaño para que quede bien con el resto del decorado, los materiales son fáciles de conseguir ya que la mayoría son reciclaje de restos que todos tenemos en casa.

  El cuerpo principal  o brocal del pozo lo he hecho con corcho blanco (poliestireno) recortado de un embalaje, con una cuchilla le doy la forma redonda y lo vacío por dentro y con unos recortes se forman unas losas para la parte inferior que se pegan fácilmente con cola blanca o cualquier pegamento que no tenga disolvente ya que este material no lo soporta y se derrite con él. Las imperfecciones de los cortes le darán un aspecto rustico y antiguo.

cuerpo principal del pozo
 Una vez formado el brocal una mano de pintura al agua de color blanco que nos preparará la superficie para el resto de la decoración. 
 El puente para la polea se hace con unos listones de madera y con alambre fino se conforma el ojo o polea por donde pasará la cuerda. También con alambre fino hice unas espigas para después poder clavar el puente al brocal; para poner los alambres sin problema hay que hacer primero un taladro sobre la madera del diámetro adecuado.

puente del pozo
 En la imagen se ve como queda montado; con pinturas al agua de varios tonos: marrón, verde, gris, tierra etc... se termina de decorar, algo de musgo queda perfecto en los rincones.

decoración del brocal
 El balde es muy sencillo de construir, este lo hice con la cánula de un tubo de silicona que por su forma cónica da un efecto bastante real, se recorta a la medida deseada, con alambre se le hace el asa y se pinta en un color plateado o simulando madera, al gusto de cada cual.

construcción del cubo
 Con un poco de pegamento e hilo se monta el balde en su lugar y ya tenemos listo nuestro pozo para saciar la sed de todas las figuras del belén. Es importante planear donde se va a colocar para que los colores de la decoración concuerden con el resto de decorado, por ejemplo si lo vamos a colocar en zona desértica usaremos marrones claros y amarillos, si va ser zona frondosa entonces marrones más oscuros y verdes, así queda mejor integrado.

brocal terminado
 Fácil, bonito, barato y apto para que nos ayuden los peques de la casa.


23 de noviembre de 2016

Puente para el belen

Un detalle bonito para el belén navideño (o cualquier diorama) es el típico rio con su puente, hoy os cuento paso a paso como hacer un puente original de madera y a medida de nuestras necesidades. Los materiales son fáciles de conseguir: tablillas finas de las que se usan para las maquetas de barcos o rechapados para cantos de muebles recortados con cuidado o, como es mi caso, tablas reutilizadas de un calendario enrollable (la cuestión es que sean finas para poder doblarlas sin que se rompan al curvarlas), corcho o cartón para los moldes, cola blanca de carpintero o pegamento transparente y algunas pinzas o gatos pequeños para sujetar las maderas mientras seca el adhesivo.

El puente esta construido con dos vigas de apoyo con forma curva y varias tablas que conforman el piso. Para dar la forma curva a las vigas hacemos en primer lugar un molde con la forma deseada, yo he utilizado poliestireno (también llamado corcho blanco) aunque vale cualquier material que sea fácil de trabajar. Apoyadas en este molde pegamos con cola de carpintero, una sobre otra, varias tablillas, dos o tres según la escala de nuestro diorama, dejamos secar bien la cola y quedaran como si fuese una sola pieza que tendremos que lijar para dejarla bonita.

Fabricando las vigas curvas
 Una vez que tenemos las vigas trasladamos la anchura de nuestro rio a un soporte cualquiera para tener una referencia de la medida y sujetamos las vigas como se ve en la imagen para poder ir pegando las tablas del piso, empezamos del centro hacia los lados para que el efecto final sea más estético. Aquí solo debemos cuidar que estén bien paralelas  o nos quedará el puente retorcido.

Inicio del montaje
La distancia entre tablas del piso es importante que sea uniforme, utilizando una de las  tablas como separador conseguiremos un efecto muy realista. Si el puente es pequeño bastará con dejar secar la cola para poder manipularlo, si es grande puede que necesitemos sujetar con pinzas el piso contra las vigas hasta su secado. Normalmente la cola blanca suele secar en un par de horas pero recomiendo dejarla mucho más tiempo para asegurar un buen acabado, también es importante limpiar la cola que nos rebose antes que seque o dejará manchas en la madera.


Montando el piso del puente

Una vez que el conjunto se pueda manipular recortamos los extremos que sobran, barnizamos o pintamos al gusto y ya tenemos un practico puente para que los pastores del belén puedan cruzar el rio con seguridad y sin necesidad de mojarse los pies.

Puente terminado



Yo he decidido dejarlo tipo pasarela pero se pueden hacer unos pasamanos con palillos o cerillas para dejarlo más sofisticado. Cumple la norma de bonito, barato y fácil ademas de ser divertido de hacer y como no se usan herramientas peligrosas pueden colaborar los peques, así que ya nadie tiene excusa para poner un buen puente en su representación de la Natividad.


29 de agosto de 2016

Mesita de centro para el salón

Tenía una piedra de granito y para aprovecharla decidí construirme una mesa de centro para el salón a la medida y con un aire moderno.
Para este trabajo son necesarias varias piezas de madera, he usado listón cepillado de abeto de 44x44 milímetros ya que es fácil de trabajar, pesa poco y es bastante estable además de aceptar muchos tipos de acabado. En la parte baja de la mesa una balda formada con varillas de aluminio de 8 milímetros de diámetro conforman un practico revistero. Os cuento como se hace por si alguno se atreve a construirse una, las medidas van en el gusto de cada cual.
Piezas de madera.
 Para este modelo son necesarias cuatro piezas largas, cuatro cortas y cuatro patas, todas ellas del mismo material y ensambladas con el clásico método de tubillones y encolado. Una vez decididas y calculadas las medidas de cada pieza se cortan, mejor con una sierra ingletadora para que las testas de queden bien rectas y a escuadra.
 
Listones fresados.


 Llega el momento de mecanizar cada listón, los superiores llevan un rebaje hecho con la fresadora para empotrar luego la piedra; si no se dispone de fresadora se pueden pegar dos listones de diferente sección para simular el cajeado. También se preparan los taladros para los tubillones marcando la posición de cada pieza para que luego se pueda montar sin problemas. En los largos inferiores se hacen los orificios ciegos para las varillas de aluminio; se lijan asperezas y se matan los cantos.
Detalle de la preparación.
 Una vez preparadas todas las piezas llega el momento del montaje, primero los laterales cada uno por su lado, mientras la cola hace su trabajo se sujeta con sargentas o cinchas. Es importante limpiar bien con un paño o papel húmedo todo el adhesivo que rebose antes de que seque pues si no lo hacemos ahora quedaran manchas muy difíciles de eliminar después.

Proceso de encolado.
 Con los laterales ya secos y firmes se procede al resto del montaje, los travesaños cortos y las varillas y vuelta a sujetar fuerte hasta que la cola o pegamento que usemos haya secado bien.
Montando el conjunto.
 Un detalle que le he añadido y me ha gustado bastante, unas viejas monedas empotradas en la testa superior de las patas. (un valor añadido)
Moneda empotrada.

 También con una pletina de aluminio doblada en sus puntas y puesta sobre las varillas le da más superficie de apoyo al revistero al tiempo que decora.
Detalle de la balda revistero.
 Una vez que el conjunto esta montado y bien sólido se repasan toda las superficies, primero con lija de grano medio y después otra de grano fino para dejarlas muy suaves y listas para el acabado final.
Las manos que precise de barniz, tinte o laca al gusto de cada uno y cuando este listo se pone la piedra, unos fieltros en la base de las patas para poder arrastrar después la mesa con comodidad y a disfrutar de un mueble hecho por nosotros mismos.

Mesa terminada.
Fácil, bonito y barato...

9 de junio de 2016

Restauracion de antigua mesa de coser.


Hace tiempo llegó a mis manos una estructura de hierro fundido perteneciente a una maquina de coser de los tiempos del charlestón, allá por los años 20 del siglo XX, decidí renovarle el aspecto y convertirla en una mesita auxiliar para el salón manteniendo un poco su tradicional diseño.
No es una restauración en toda regla pero si una forma de aprovechar un mueble que ya no cumple su objetivo original. Y aquí tenéis el paso a paso para conseguir un buen resultado en este trabajo.

Lo primero para un buen resultado es desmontar todas las piezas clasificándolas bien y tomando nota de la posición de cada una así como de los tornillos. Mucho cuidado, al ser de hierro fundido se puede romper la estructura con un golpe mal dado, así que espray aflojatodo, herramientas adecuadas a cada tornillo y paciencia...mucha paciencia.

antes de empezar
 A continuación se limpia bien cada pieza para eliminar restos de pintura y oxido, con ayuda de un taladro y algunos cepillos de alambre se avanza mas rápido y mejor aunque en las esquinas y rincones (y estas estructuras tienen muchos) hay que usar cepillos manuales y alguna rasqueta y punzón. Una vez más paciencia hasta conseguir el acabado perfecto. Después de limpiar cada pieza se pinta al gusto, yo he usado pintura acrílica mate que le da un aspecto muy elegante.
 
limpiando la estructura
 Un detalle que he variado sobre la original son las ruedas, estas suelen ser de hierro y sujetas con un pasador remachado, se lima una punta del mismo y con ayuda de un botador salen sin problema (ojo con los golpes) sustituyo las ruedas por unas de plástico de medidas similares para que después la mesa no raye el suelo.
detalle de la rueda
 Para el sobre de la mesa me decido por algo tradicional con un ala abatible en madera de pino y un par de cajones. Con listones de madera hice las guías por donde se desplazan los cajones, un recurso típico de carpintería de la época. Con madera de contrachapado se hacen las cajas a la medida deseada y en la parte superior de cada lateral se clavan unos listones que encajaran en las guías. 
Con madera del mismo tipo que el sobre de mesa se hacen los frentes de los cajones, al cortar estos frentes un par de centímetros mas altos que el cajón se consigue que sobresalgan un poco por debajo y así se puede manipular una vez montado sin necesidad de ponerle tirador.

detalle de las guías de cajones
El ala abatible también es de la misma madera que el sobre y se sujeta sobre este con dos bisagras por su parte inferior; con un listón y una bisagra se hace el soporte para que el ala quede abierta, en la posición de abierto el listón se apoya sobre un resalte que tiene la estructura.

ala abierta y soporte
 Y este es el resultado del trabajo, una practica y bonita mesa para un rincón de nuestro hogar.
resultado final
Para quien se atreva a acometer algún trabajo semejante le recomiendo primero que se documente sobre el diseño original ya que le dará muchas ideas para comenzar; segundo que toda la paciencia del mundo es poca, se trata de hacerlo bien no rápido y tercero que se atreva y disfrute del trabajo tanto como del resultado.
con el ala abierta
 Bonito, fácil y barato no hay excusa para no hacerlo.

28 de febrero de 2016

Restauracion de la silla de la abuela



Un trabajo  más sencillo de lo que parece. Llegó a mis manos una vieja silla, de las que tienen el asiento de cuerda entrelazada, y me puse manos a la obra para devolverle su antiguo esplendor así que procedí a desmontarla lijarla, rejuvenecerla y por supuesto hacerle un asiento nuevo.



antes del arreglo
 Lo primero: marcar con cinta de carrocero cada pieza de la silla para desmontarla y poder trabajar la madera más fácilmente.  También se puede hacer sin desmontar pero el resultado no es el mismo.
El desmontaje también es sencillo pues lo normal es que sean piezas encajadas a presión y con algo de cola; golpeando con una maza de goma con cuidado se desmonta sin problema.

marcado de las piezas

 Las piezas se limpian y se pulen con una lija de grano fino para dejarlas suaves al tacto, aprovechamos para reparar con masilla cualquier desperfecto que no queramos dejar al descubierto y para un acabado ideal se nutren con aceite natural, yo suelo usar el de teka para maderas oscuras y el de linaza para maderas claras que me dan buenos resultados aparte de ser económicos. Después de listas las piezas se monta la silla y si la hemos encolado la dejamos secar bien antes de seguir.
No pongo imágenes de esta parte del proceso porque quiero centrar el post en el tejido del asiento.

principio del tejido del asiento
 Para el trenzado del asiento hay muchos diseños, prácticamente se trata de hacer pasadas siguiendo un patrón, en este caso yo he elegido uno de los más sencillos que no por eso es menos bonito y el efecto final es una cuadricula de cuatro hilos.
El patrón consiste en hacer pasadas primero de atrás hacia adelante hasta cubrir los palos delantero y trasero completamente, se empieza con un nudo sobre el palo trasero, cuatro vueltas sobre el mismo y se lleva el hilo hasta el otro palo, a continuación cuatro vueltas entre palo y palo y volvemos a empezar. Es importante que queden las vueltas bien paralelas y tensas y siempre empezar cada vuelta del patrón desde el mismo palo de modo que la ida del primer travesaño al segundo sea siempre por abajo. Para quien no lo haya hecho nunca puede parecer complicado y que le salga alguna vuelta torcida, paciencia se deshace y se empieza de nuevo hasta que se comprenda bien y pronto sale todo perfecto. Lo más engorroso puede ser el trabajar con muchos metros de hilo, cuanto más largo sea mejor será el resultado final pero teniendo en cuenta que el asiento completo pueden ser unos ciento veinte metros casi es mejor cortar trozos de unos cincuenta y hacer empalmes con nudos cuando se acabe el cordón, eso sí procuraremos que el empalme quede escondido en el interior de la trama.
trenzando con la aguja casera
 Una vez que hemos hecho todas las pasadas toca el turno de las pasadas cruzadas de derecha a izquierda o viceversa; en estas pasadas es cuando se forma el dibujo pasando una vez por arriba otra por debajo de las lineas paralelas que nos quedaron antes, en la ida por arriba y en la vuelta por debajo para que coja consistencia y fuerza todo el entramado. Aquí nos va a hacer falta una herramienta esencial: una aguja de tejer del tamaño adecuado para el cordel, es difícil de conseguir pero nos podemos hacer una con una tira de chapa, con un taladro le hacemos un ojal y con la mano le damos una forma algo curvada para poder pasar el hilo por las cruzadas.
Con paciencia y aprendiendo de los errores, si damos alguna vuelta mal, conseguimos tener restaurada y lista para el uso la silla de la abuela para otro montón de años.

resultado final
Fácil, practico, barato y, cómo no, muy bonito.

bienvenido a makemania...

No soy un técnico, solo un manitas que ha reparado casi todo lo que ha caído en mis manos. Doy consejos, no soluciones definitivas ni verdades absolutas.
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