Marcador de centros de cantos casero

Muchas veces, en nuestros trabajos de bricolaje, necesitamos marcar el centro en el canto de una tabla. Si es suficientemente gruesa es fácil con el metro o una regla pero si es estrecha la cosa se complica un poco, mucho más si lo que queremos es trazar una linea.

Marcador de centros.

Para facilitar esta tarea alguien tuvo la genial idea de diseñar una herramienta que encuentra el centro sin tener que tomar medidas y que ademas se puede adquirir por poco dinero, pero también la podemos hacer con materiales que ya tenemos en casa de forma muy sencilla; aparte de estar entretenidos un rato tendremos una herramienta más en nuestra caja y con la satisfacción de haberla construido nosotros mismos.

Los materiales necesarios para hacernos este marcador de centros son: una tablilla de unos 10 x 3 cm y 1 cm de espesor, dos tubillones o espiches de madera, sierra, taladro y diferentes brocas. Y seguir los siguientes pasos.

Tablilla de 10x3 cm.

Para empezar cortamos la tabla a la medida que necesitemos. Trazamos una linea recta lo más centrada que podamos para que luego quede estéticamente aceptable. Sobre esta linea marcamos tres puntos equidistantes donde haremos los taladros, es muy importante que la distancia entre orificios sea la misma para que funcione bien el invento. El central es para pasar el lápiz y los otros dos para los tubillones así que taladramos primero con la broca, adecuada a los espiches, los de las esquinas. El central tiene su peculiaridad y se hace en varias fases.

Taladros realizados.

Si hacemos el agujero para el lápiz muy gordo puede luego bailar mientras lo usamos y el trazo no quedará centrado, para evitar esto se hace el orificio con tres brocas. La primera de 2 mm que traspasa la tablilla, después una de 4 mm hasta 2/3 de profundidad y luego otra de 6 mm a 1/3 de tal forma que el orificio nos queda como un cono escalonado así al poner el lapicero se queda justo al centro de la herramienta sobresaliendo parte de la mina por la parte inferior para dibujar el trazado.

Vista de la parte inferior.

 Con los taladros hechos lijamos para dejar suave la madera y aprovechamos para darle tinte o aceite a nuestro gusto, a mi me gusta darle una capa de cera que le da protección y un tacto agradable. Ponemos los tubillones en su sitio con una gota de cola y ya tenemos listo para usar nuestro marcador.

Marcador funcionando.

 Solo tenemos que apoyar el marcador sobre el canto, girarlo para que los tubillones toquen en los laterales y el orificio del lápiz queda en el centro listo para trazar. La precisión de la herramienta depende de lo exactos que hayamos sido al hacer los taladros por lo que la parte más importante de este trabajo consiste en marcarlos bien y hacerlos derechos.

Fácil, barato y divertido, incluso nos pueden ayudar los más pequeños de la casa haciéndoles participes de nuestra afición.

Como hacer un gramil casero.

El gramil es una herramienta básica para trabajar la madera, si eres un aficionado al bricolaje puedes necesitarla en más de una ocasión, si no quieres hacer una gran inversión en adquirirla puedes hacerte uno fácilmente y por muy poco dinero, no tendrá la misma precisión que uno profesional pero es muy practico y te saca de más de un apuro.  Básicamente es una regla que se desliza entre dos trozos de madera con un tornillo para fijarla en una posición que nos permite hacer trazos a la misma distancia.

Gramil casero.

 Los materiales que se necesitan son fáciles de obtener: una regla metálica, un listón de madera, un tornillo con su turca y un trocito de chapa.

Materiales necesarios.

 Tomamos el listón de madera y recortamos dos trozos de unos 10 centímetros de largo, de ancho vale entre 2 y 3 cm y de grueso con 1 cm va bien. Son medidas aproximadas por lo que nos apañamos con cualquier pieza que podamos tener. Lo mejor es que sea madera dura para que se pueda trabajar mejor y sea más duradero.

Marcado del centro.

 Marcamos a escuadra la posición donde irá la regla sobre uno de los trozos de madera y rebajamos con un formón  hasta que la regla se encaje de forma que pueda deslizarse fácilmente.

Rebaje de la cajera de la regla.

 En el interior de este rebaje hacemos otro para alojar la chapa que ya habremos cortado a la medida que precisemos para que quede centrada.

Alojamiento de la chapa.

 Al centro de la cajera de la chapa hacemos un taladro pasante para el tornillo, yo he usado un tornillo de 5mm así que este orificio lo hago de 6mm para que entre fácil y se pueda manejar bien.

Taladro para tornillo de apriete.

 

 Sobre este taladro hacemos otro con la profundidad justa para alojar la tuerca, con una broca un poco más pequeña que la tuerca para que luego quede enclavada y no gire, en mi caso la tuerca tiene 11mm y el taladro 10mm.

Taladro para alojar la tuerca.

Con todos los rebajes y taladros hechos podemos iniciar el montaje, primero y ayudándonos del tornillo clavamos la tuerca en su orificio, si nos quedó muy holgado la fijamos por los lados con unas gotas de pegamento, retiramos el tornillo y lo dejamos para el final.

Montaje de la tuerca.

 A continuación montamos la chapa, esta tiene por misión que el tornillo luego no apriete directamente sobre la regla dejando marcas. Es conveniente sujetarla con un clavo que no sobresalga de la madera una vez clavado.

Montaje de la chapa.

El siguiente paso es unir los dos trozos de madera, enrasamos las caras ponemos un poco de cola entre ellos y los unimos con tornillos o clavos. En caso de usar tornillos es bueno hacer primero un orificio para que el listón de madera no reviente al atornillar.

Uniendo las piezas.

 Con los listones ya formando una pieza se lijan para igualar la superficie, primero lija gruesa para enrasar, luego fina para dejar suave. Después se le da un acabado con cera o aceite para que quede bonito y agradable al tacto.

Listo para el acabado.

 Y para terminar se introduce la regla por la ranura que queda entre los listones, montamos el tornillo de apriete y ya tenemos nuestro gramil listo para ser usado en cualquier proyecto DIY que tengamos entre manos .

Gramil en uso.

Es sencillo, es barato, es practico y se hace en una tarde sin prisas.